30 enero, 2015
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CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — La evasión fiscal es uno de los dolores de cabeza del Servicio de Administración Tributaria (SAT) a causa de contribuyentes que han ideado caminos para dejar de tributar al Estado.
La defraudación o evasión fiscal se da mediante el uso de comprobantes fiscales falsos, omisión reiterada de la expedición de facturas, solicitar deducciones por operaciones falsas, no llevar en orden los sistemas contables u omitir contribuciones.
En 2012, el SAT registró que los impuestos no pagados por evasión fiscal sumaron 483,000 millones de pesos, el equivalente al 3.1% del PIB. Es por eso que a partir del 2014 y como resultado de la Reforma Fiscal tomó varias medidas. s
Una de ellas, señalada en el artículo 69B del Código Fiscal de la Federación (CFF), es que mensualmente publica en su página de internet y en el Diario Oficial el nombre de los contribuyentes vinculados a esquemas de evasión mediante la venta de facturas que registran operaciones inexistentes.
Hasta la fecha el SAT ha ventilado a 728 contribuyentes -623 personas morales y 105 personas físicas-.
Además, aplica multas económicas, según los impuestos omitidos y la reincidencia del caso. Las sanciones incluyen clausurar el negocio o las actividades de la persona física, embargar mercancías que vengan del comercio exterior, cancelar los certificados para no permitirle al contribuyente la emisión de facturas digitales, asegurar cuentas bancarias o privar de la libertad desde tres meses hasta nueve años, según el artículo 108 del CCF.
Estas son las formas más comunes que los contribuyentes utilizan para no pagar impuestos.
En las operaciones simuladas un grupo de empresas o personas físicas se ponen de acuerdo para emitir entre ellas comprobantes fiscales por internet por supuestos servicios contratados. El objetivo es que al momento de la declaración anual o mensual el contribuyente asegure que tuvo gastos fijos y menos ganancias.
“Mientras más gastos fijos tenga la empresa, menos utilidades tendrá, por lo tanto menor será el impuesto a pagar”, explicó el académico del Departamento de Estudios Empresariales de la Ibero, Abraham Vergara.
A partir de 2014 emitir facturas digitales es una obligación para todos los contribuyentes. Pero esto no fue un problema para los contribuyentes evasores, porque entre ellos también han surgido grupos que generan facturas válidas ante el SAT pero con gastos o compras que no se realizaron.
Los gastos acreditados en dichas facturas se meten como deducciones personales o de la compañía. “Estos costos fijos podrían resultar en devoluciones del Impuesto al Valor Agregado”, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de Proveedores Autorizados de Certificación (AMEXIPAC), Jorge López Chapa.
Si tu cliente o proveedor incurre en esto tendrás que hacérselo saber al SAT y aclarar qué tipo de relación comercial tuviste con el evasor, así como modificar tu situación fiscal si utilizaste sus facturas en tu declaración fiscal, explicó el experto.
Algunas personas físicas distribuyen entre sus familiares copia de su Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y piden que facturen a su nombre con la intención de generar más gastos que pueda deducir en su declaración anual.
“Lo que no sabe el contribuyente es que si el SAT detecta esta operación y lo compara con el propietario de la cuenta bancaria que hizo el pago no coincidirá y pedirá una explicación al contribuyente”, alertó Jorge López Chapa.
Las donaciones están exentas del pago de impuestos, pero éstas no deben exceder del 10% de los ingresos del donante. En ocasiones estos recursos pueden tratarse de ingresos que alguna persona recibió a cambio de una actividad empresarial.
“Al respecto el SAT envía un requerimiento al cuentahabiente indicándole que detectó una serie de ingresos en su cuenta bancaria y que por ese dinero deberá pagar ISR”, explicó López Chapa.
Si realmente el contribuyente recibió dichas donaciones tendrá que aclararlo al SAT a través del Buzón Tributario y con una carta del donante que indique el motivo del depósito.
Los servicios tercerizados son un gasto deducible para las empresas. Hay contribuyentes que optan por contratar los servicios de nómina a través de esta vía.
“El acuerdo de evasión se da entre la empresa contratante y la compañía de tercerización. La primera le paga cierta cantidad por sus servicios, pero la empresa de outsourcing le emite una factura por un monto mayor. La devolución que resulte de IVA se divide entre los dos”, explicó Vergara.
FUENTE: CNN Expansión