28 julio, 2015
Justo cuando el sector de consumo en México comienza...
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Cuando un emprendedor le abre la puerta de su negocio a un fondo de capital privado recibe mentoría, contactos y recursos económicos que lo ayudarán a acrecer. Pero al mismo tiempo pierde poder, autoridad y libertad en la toma de decisiones sobre su empresa.
“Los emprendedores tienen que estar conscientes de que ahora deben rendir cuentas al inversionista, su comportamiento tiene que ser profesional, honesto y transparente frente a sus socios”, dijo el socio director de Newgrowth Fund, René Fernández.
En México existen 143 fondos de capital privado, 27% de ellos invierten en empresas de reciente creación. Este “financiamiento inteligente” aumenta en promedio 60% las ventas de las empresas y potencia 16 veces las utilidades al año, según cifras del estudio ‘Capital privado como impulsor de las empresas mexicanas elaborado’, por KPMG.
Aunque el impacto es positivo, la participación de un agente externo en la compañía, en este caso del fondo de capital privado, puede tener ciertas desventajas. En algunos casos desata desacuerdos, conflictos y roces entre socios como en cualquier relación.
“Los principales conflictos derivan de cómo se divide el presupuesto, cuál es la estrategia del negocio a seguir o en qué momento adquirir deuda”, ejemplificó Diego Solórzano, fundador de la empresa de renta de autos Carrot México, que desde el 2012 ha sido fondeada por ALL Venture Partners.
Si bien existe un elevado número de empresas sujetas de inversión privada en México -entre 30,000 y 40,000 negocios-, la falta de preparación y disposición de sus emprendedores hace que solo 1% logre captar dichos recursos, dice KPMG.
“Si un empresario no quiere que haya un tercero que cuestione su comportamiento es mejor que no se acerque o busque otra forma para financiarse y consolidarse”, dijo René Fernández.
El fundador de Carrot México, Diego Solórzano, aceptó que en la relación con sus inversionistas no todo ha sido color de rosa.
Después de tres rondas de inversión que suman 3 millones de dólares, Carrot México cuenta hoy con una flotilla de 90 autos en 50 estaciones en el Distrito Federal.
“Pero como director general la presión ha sido muy fuerte. Tenemos que entregar reportes mensuales sobre los resultados de la empresa y tener reuniones con el consejo de administración cada tres meses”, comentó.
Los fondos de venture capital o capital emprendedor no son almas de la caridad, son negocios y buscan retornos de su inversión de entre 20% y 30% anual, explicó por su parte Federico Antoni, el socio director de ALL Venture Partners.
“Los inversionistas de capital privado entramos a las empresas con la idea de venderlas. Nuestro modelo de negocio es comprar acciones, agregarles valor además de dinero y salir de ellas después de cinco y siete años”, dijo.
Las maneras de salir de una empresa es vendiendo sus acciones a un socio estratégico nacional o internacional más grande, venderlas al mismo emprendedor o colocar las acciones en la Bolsa Mexicana de Valores, de esta manera los inversionistas multiplicarían su inversión.
“Si el deseo del emprendedor es que su negocio crezca a tasas convenientes, pagarse bien y sacar recursos de la empresa para vivir bien, el fondo de capital privado no es la opción”, dijo Federico Antoni.
1. ¿Cuál es tu motivación para seguir con la empresa y hacerla crecer?
2. ¿En dónde ves tu empresa en los próximos cinco años?
3. ¿Qué retos piensas que enfrentarás para seguir creciendo y cómo piensas afrontarlos?
4. ¿Cuánto dinero requieres y para qué quieres los recursos?
5. ¿Qué valor percibes del fondo de inversión al que te acercarás?
6. ¿Con qué nivel de transparencia podrías informarle a un tercero sobre tu situación financiera, contable, administrativa, operativa y laboral?
7. ¿Estás dispuesto a recibir críticas y cómo piensas asumirlas?