10 julio, 2015
Las ventas nominales a unidades comparables de los grupos...
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Solucionar problemas locales ha dejado de ser relevante para algunos emprendedores sociales. Pues buscan que sus proyectos tengan alto impacto en regiones, estados o países, por lo tanto contemplan en su estrategia la creación o mejora de políticas públicas.
Es por eso que los emprendedores sociales están evolucionando. “Ven el impacto social como un cambio sistémico para resolver problemas atacando estructuras, solucionando de raíz el conflicto y no solo los síntomas”, dijo la coordinadora de Fellowship de Ashoka, Angelika Roth.
Esta evolución los convierte en emprendedores públicos, un concepto que desarrolla y estudia desde hace dos años la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.
“Los emprendimientos públicos son aquellos que buscan la transformación de una problemática o comunidad a través de políticas públicas y aliados gubernamentales”, detalló el decano de la escuela, Alejandro Poiré, ex secretario de Gobernación en el sexenio de Felipe Calderón.
El éxito de estos proyectos públicos está en la vinculación y coordinación entre autoridades gubernamentales, sociedad civil, intelectuales y emprendedores sociales.
“El reto que enfrentan para tener éxito es entender cómo funcionan las distintas burocracias, encontrar los formatos adecuados para vincularse con las autoridades y aprender a ser rentables sin el apoyo económico del gobierno”, dijo Poiré.
“Su incidencia pública no los hará (proyectos) rentables, deben encontrar otras maneras de serlo” a través de donativos, venta de servicios, apoyo de fundaciones o solicitar fondeo, explicó Angelika Roth.
Mecate es un programa que genera encuentros y colaboración internacional entre emprendedores, académicos y makers (expertos en tecnología, diseño e ingeniería) para detonar emprendimientos públicos.
Estos son ejemplos que ya rindieron frutos y han mejorado programas sociales y reformas en beneficio de la sociedad:
El objetivo del proyecto es capacitar administrativa y contablemente a los tenderos, acercarles tecnología y abrirles redes con proveedores para que puedan competir con tiendas de autoservicio, explicó Rodrigo Sánchez, cofundador de la iniciativa Tenoli.
Desde febrero la empresa trabaja con 150 tienditas en un proyecto piloto en la colonia Santa Cruz Meyehualco en la delegación Iztapalapa. El plan es llegar a 1,000 tienditas a fin de año y replicar el modelo en otras delegaciones de la ciudad de México con la ayuda de las autoridades.
Para combatir la mortandad y falta de competencia del sector tendero, Tenoli lo vinculó con autoridades gubernamentales para acelerar permisos, acceder a talleres de contabilidad, emprendimiento y tecnología, y con microfinancieras y aseguradoras.
La asesoría es gratuita, el proyecto se sostiene de cobrar por sus servicios de inteligencia de mercado y análisis a los grandes proveedores que quieren trabajar con estos microempresarios.
En 2006 Alejandro Calvillo y su equipo de El Poder del Consumidor comenzaron a concientizar a los ciudadanos y autoridades educativas y legislativas del problema de obesidad que vivía el país.
Su trabajo tuvo frutos con la aplicación del impuesto a alimentos de alta densidad calórica y bebidas azucaradas. Por su iniciativa, los recursos que se capten se dirigirán a instalar bebederos en las escuelas.
“El Poder del Consumidor busca defender los derechos de los consumidores y también se encarga de difundir la responsabilidad que tienen estos ante una decisión de compra”, explicó Calvillo.
Si bien la organización no cobra por sus servicios, concursa por fondos en fundaciones internacionales y acepta donativos para seguir haciendo campañas de concientización. Aún falta financiamiento del gobierno y sociedad para apoyar este tipo de proyectos.
FUENTE: CNN Expansión