17 noviembre, 2015
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CIUDAD DE MÉXICO (30/NOV/2015).- Dedicada a los aportes del chile, los ajíes, pimientos, especias y los mercados tradicionales en la sociedad y cultura mexicana, se llevó a cabo la tercera edición del Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Del 26 al 29 de noviembre, especialistas en diversas áreas relacionadas con el tema reflexionaron sobre las acciones de salvaguarda y promoción de la gastronomía, a través de la convocatoria de sectores fundamentales en los ámbitos de la alimentación, nutrición, producción de alimentos y salud, basada en la dieta mexicana.
En declaraciones al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Andrés López Ojeda, especialista en turismo cultural y gastronomía, se refirió a ésta última como ejemplo de cómo la cultura se identifica con lo nacional.
”Es frecuente constatar que cuando se trata de comida, a los mexicanos se les vincula con el tequila, los tacos y el chile; incluso personas que han tenido la oportunidad de vincularse más de cerca con México pueden mencionar alimentos de tradiciones específicas, como el mole poblano, las carnitas michoacanas o el mezcal oaxaqueño”, puntualizó.
Pero, ¿Cómo es que determinados alimentos o platillos han conseguido posicionarse al punto de representar a una nación o dar cuenta de su carácter nacional?, para López Ojeda ha sido clave la Política de Fomento a la Gastronomía Nacional, impulsada por el gobierno federal.
En ese sentido, consideró que el II Foro es un ejemplo de colaboración interinstitucional, pues en él participan activamente la Secretaría de Turismo y el Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana (CCGM).
”Ha sido un gran mérito como país que se reconociera a la cocina tradicional mexicana -con base en el paradigma de Michoacán- como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO en 2010, porque muestra la importancia que tienen los alimentos patrimoniales como elementos constitutivos de la identidad cultural”, resaltó.
Recordó además que en agosto pasado fueron presentados por el Ejecutivo federal los lineamientos para una nueva política pública en materia de gastronomía, con una visión integral de parte de las distintas dependencias del gobierno federal, pasando por la cultura y el turismo.
De acuerdo con López Ojeda, la participación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en el tema de la gastronomía coadyuva en el acceso al financiamiento a todos los componentes de la cadena de valor gastronómico.
Ello puede beneficiar a todo un segmento de emprendedores que han comenzado a apostar por la aplicación de novedosos negocios gastronómicos e impulsar la innovación, el desarrollo y el conocimiento en el sector.
Para el también académico de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Autónoma del Estado de México, es importante la participación de otras instituciones, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
También, universidades y centros de investigación vinculados con la protección y la salvaguarda del patrimonio intangible, de lo que se trata es hacer una planeación para el desarrollo.
”Tener información sobre los bienes, recursos y productos gastronómicos que son inmensos en la geografía nacional, las cocineras y espacios tradicionales donde se intercambia, se socializa y se establece contacto cultural, como pueden ser los mercados”, concluyó, en la jornada final del encuentro, que se desarrolló del 26 al 29 de este mes.