Maersk hace negocio con contenedores en desuso

Esta naviera gana 70 millones de dólares al año con la venta de estas estructuras; otras empresas los adaptan para usarlos como restaurantes, bares, boutiques y salas de arte.

 

CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — La naviera Maersk estima que la venta de contenedores marítimos usados es una buena oportunidad de negocio. La empresa prevé un crecimiento de doble dígito en este segmento en México y Brasil al final de 2016, pues cada vez es más frecuente su uso como oficinas, dormitorios, baños y aulas de escuelas.

“La venta de contenedores es un negocio en crecimiento, a pesar de la desaceleración de la economía global. Sólo vemos oportunidades de ingresos en Latinoamérica, particularmente en México y Brasil”, señaló Rune Sorensen, director general de Maersk Line Container Sales, filial de la naviera a nivel mundial. “Hay una gran demanda en Latinoamérica que no está siendo atendida”, añadió.

Para Maersk, México representa 5% de los 70 millones de dólares que obtiene al año por la venta de contenedores usados. “Los contenedores refrigerados se están convirtiendo en casas, y al contar con aislamiento evitan el calor”, señaló Sorensen. “Además, si eres un productor agrícola y necesitas un lugar fresco para almacenar tus productos, un contenedor así tiene mucho sentido, porque lo puedes conectar a la corriente eléctrica”.

Asia es uno de los mayores exportadores de estos productos. Anualmente, se construyen en China alrededor de 1.6 millones de unidades para satisfacer sus necesidades domésticas y foráneas, de acuerdo a reportes de la firma Ocean Shipping Consultants.

La vida útil de un contenedor es de aproximadamente 15 años. Hay cerca de 30 millones de contenedores abandonados en los puertos de todo el mundo que se transforman en desechos, ocupando inútilmente espacio y desperdiciando acero: ya no sirven para el transporte de mercaderías, pero continúan manteniendo sus características de durabilidad y resistencia, explicó José Gustavo Ávila, de la maestría en Ingeniería de la Unam, en su tesis ‘Uso de contenedores de carga para proyectos de edificación’.

En México existen alrededor de 300,000 unidades de contenedores en desuso dentro de los puertos con mayor movimiento, como Manzanillo (Colima), Altamira (Tamaulipas) y Lázaro Cárdenas (Michoacán), según esta tesis.

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Ciudad-contenedor

Container City, en Cholula, Puebla, es un ejemplo del uso que se le puede dar a un contenedor. En un espacio de 5,000 metros cuadrados se apilan más de una treintena de contenedores convertidos en establecimientos que forman un centro comercial y de entretenimiento.

El concepto, planeado por Gabriel Esper, alberga restaurantes, bares, boutiques y salas de arte, en donde continuamente se presentan exhibiciones y conciertos.

“En México es una tendencia que va en aumento”, dijo César Olvera, gerente general de la empresa mexicana Creativos Espacios, dedicada desde hace siete años a la comercialización de contenedores reciclados.

Esta compañía, con sede en la Ciudad de México, vende unos 300 contenedores al año, la mayor parte como campamentos y oficinas de empresas constructoras, baños e incluso como aulas de escuelas. “El principal problema que tenemos es el pago de arancel, pues la mayoría se importan de China.”, dijo Olvera. El impuesto alcanza un 80% del valor del contenedor, y lleva varias semanas obtener el permiso para la importación definitiva, lo que encarece el costo.

“Todos los contenedores que llegan al país lo hacen con un pedimento provisional de importación. Comprarlo en China y traerlo sin mercancía encarece la operación y el costo alto nos saca del mercado”, explicó Andrés Rico, director general de TPS Container. Ésta es otra empresa mexicana que surgió hace seis años y que ha construido oficinas móviles para Kenworth y ha desarrollado, entre otros, el Museo de Arte Alameda ubicado en el centro histórico de la capital mexicana, con contenedores en desuso. “En 2015 comercializamos 253 contenedores para distintos usos y este año esperamos sea un poco más”, dijo Rico, quien también observó una fuerte tendencia por el uso inmobiliario de las cajas metálicas de mercancía.

El directivo explicó que acondicionar contenedores como oficinas o pequeñas viviendas resulta más barato que hacerlo a través de la construcción tradicional, pues el metro cuadrado por acondicionar un contenedor para uso habitacional ronda los 6,500 y 7,500 pesos, mientras que el costo por metro cuadrado de una oficina media es de 8,650 pesos, según datos a diciembre de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

“La principal ventaja es el tiempo, pues instalar y acondicionar un contenedor como vivienda, aula u oficina nos lleva máximo seis días”, señaló Rico.

Por lo pronto, TPS Container, al igual que Maersk, también observa un crecimiento en el mercado brasileño de contenedores en desuso y abrirá una oficina en Sao Paulo a mediados de año, pues en ese país sale más barato comprar un contenedor que hacerlo en México.

Este tipo de empresas buscan que se modifique la ley aduanera del país para promover el mercado de contenedores que ya no usan las navieras y que ahora genera un mercado informal.

 

FUENTE: http://www.cnnexpansion.com/negocios/2016/03/04/maersk-y-otros-aprovechan-los-contenedores-en-desuso

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