19 septiembre, 2016
CIUDAD DE MÉXICO (16/SEP/2016).- El arquitecto y pintor mexicano...
El fotógrafo Henri Cartier-Bresson (1908-2004) regresa al Palacio de Bellas Artes, luego de que en 1935 expusiera su obra por primera vez, al lado de Manuel Álvarez Bravo. A más de una década de su fallecimiento, su obra se presentará nuevamente en una exposición retrospectiva, la cual viene de exhibirse en el Centro Pompidou de París, y en la Fundación Mapfre, en Madrid.
Con el título de Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX, a partir del 25 de febrero y hasta el 17 de mayo, la muestra integrada por 398 imágenes, y no por las 500 que se mostraron en Europa, exhibirá al desnudo al más surrealista de los fotógrafos, que poseía un compromiso total con los republicanos españoles y profesaba un anticolonialismo inquebrantable.
La exposición presenta las fotografías emblemáticas de Henri Cartier-Bresson, además de collages, documentos personales, dibujos y pinturas, incluidos sus trabajos cinematográficos poco conocidos.
De acuerdo con los organizadores, por primera vez se pone de manifiesto toda la riqueza de su obra y la diversidad de su trayectoria como fotógrafo: desde la estética surrealista hasta el fotorreportaje, pasando por su estilo intimista de los últimos años.
El trabajo de más de siete décadas del fotógrafo francés, quien tuvo la habilidad de congelar el movimiento convirtiéndose en uno de los privilegiados testigos de la historia del siglo pasado, será presentado bajo la curaduría del historiador de la fotografía Clément Cheroux.
Todas las salas del Palacio de Mármol estarán dedicadas al trabajo de Cartier-Bresson, el cual estará dividido en distintos rubros, entre ellos el que abarca el período de entre 1926 y 1935, momento en el que tuvo contacto con los surrealistas, sus primeros trabajos y sus viajes por todo el mundo. También habrá un apartado donde se aborda su compromiso político entre 1936 y 1946, y otro espacio más dedicado a la creación de Magnum, en 1947, que concluye a principios de los setenta, cuando deja de hacer reportajes para dicha agencia.
Los organizadores informaron que la muestra forma parte del programa Mano a mano, que incluyó más de 19 exposiciones de intercambio entre Francia y México, entre el 2014 y el 2015, lo cual fue anunciada por Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y Elisabeth Beton Delegue, embajadora de Francia en México, durante el pasado abril.
Reconocido por sus pares como “el padre del fotoperiodismo”, capturó con su lente la esencia de personalidades como Pablo Picasso, Henri Matisse, Marie Curie, Albert Camus, Jean-Paul Sartre, Truman Capote, Fidel Castro y Ernesto Che Guevara.
La exposición ha sido realizada por el Centre Pompidou de París, en colaboración con la Fundación Mapfre, con la participación de la Fondation Cartier-Bresson. Las obras proceden de más de veinte colecciones internacionales, entre las que destacan la Fondation Cartier-Bresson de París, el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, la Cinémathèque Française, The Art Institute of Chicago, el Museo Metropolitano de Arte y el Museo de Arte Moderno (ambos de Nueva York) y el Museo de Arte de Filadelfia.
Por supuesto, la exposición destaca la presencia de Cartier-Bresson en México en 1934, cuando propició el encuentro del fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo con André Breton, el reconocido escritor francés fundador del surrealismo.
Un años más tarde, en 1953 su trabajo se expuso en el Palacio de Bellas Artes y después lo presentaría en Nueva York.
De acuerdo con la Fundación Mapfre, la exposición invita a revisitar la obra de Cartier-Bresson, llamado El ojodel siglo por ser un testigo clave de la historia del siglo XX.
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Su pasión, El cine, la descubrió en México
La exposición Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX aborda, entre otros aspectos, uno de sus periodos menos conocidos, que arranca en 1936 a su regreso de Estados Unidos, hasta 1946, cuando vuelve a viajar a Nueva York. Es justo en este periodo cuando descubre su pasión por el cine.
Cartier-Bresson decía que el cine le había “enseñado a ver”, y justo esta muestra aborda su profundo interés por la imagen en movimiento.
La Fundación Mapfre, en la muestra que presentó en España y será replicada en México, indicó que durante su viaje al país, en 1934, es cuando se empieza a manifestar en Cartier-Bresson el deseo de dirigir películas.
El cine le interesó en el contexto de su propio compromiso militante, ya que se dirige a una mayor audiencia que la fotografía y porque, a través de su estructura narrativa, logra transmitir mejor el mensaje.
El guión curatorial señala que en 1935, en Estados Unidos, Cartier-Bresson aprendió los fundamentos de la cámara de cine en el seno de una cooperativa de documentalistas muy inspirados por las ideas tanto políticas como estéticas de los soviéticos.
A su regreso a París, en 1936, después de haber intentado sin éxito que Georg Wilhem Pabst, primero, y Luis Buñuel, después, lo contratasen como ayudante, inició una colaboración con Jean Renoir, que se prolongó hasta la guerra.
FUENTE: Milenio