24 agosto, 2015
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CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — La tarea de asegurar el poder adquisitivo de la moneda mexicana sin contribuir a frenar la economía es complicada para el Banco de México (Banxico), sobre todo en medio del proceso de normalización de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
El aumento de tasas de interés de la Fed, luego de casi seis años de mantenerla en prácticamente 0%, implicará la misma acción de Banxico para mantener el atractivo de los activos nacionales y así limitar una salida de capitales que provoque la mayor depreciación del peso.
Se estima que en su reunión de junio, el Banco Central de Estados Unidos envíe una señal clara sobre el futuro de su política monetaria. Pero en México, los analistas no coinciden sobre los tiempos para la entidad liderada por Agustín Carstens.
“La verdad es que no la tienen tan fácil. Es una situación complicada, pero yo creo que en la medida en que la Fed retrase el alza de tasas le va a ayudar a Banxico a estar más posicionado para empezar a subir su tasa. Lo que a Banxico no le conviene es que la Fed empiece a subir antes de lo esperado”, dijo el economista en jefe de Barclays México, Marco Oviedo.
El especialista señaló que Banxico tiene margen para subir la tasa de interés después de la Fed, es decir, ser reactivo, pues no hay presiones inflacionarias.
La economía mexicana creció 2.1% el año pasado, y para este 2015 los analistas del sector privado han recortado sus expectativas. El consenso no espera una expansión mayor a 3%, por lo que de acuerdo con el académico del Colegio de México (Colmex) Gerardo Esquivel, un alza en la tasa de Banxico podría sumarse en contra de la demanda agregada.
“Si Banxico no es reactivo perdería la oportunidad de reaccionar a los movimientos que puedan presionar al tipo de cambio y pudiera traducirse en riesgos al alza. Creemos que en junio la Fed cambiará su retórica y de no actuar (Banxico) en ese mes, reaccionaría tarde”, advirtió por su parte el coordinador de estudios económico de Banamex, Joel Virgen.
Desde mediados de octubre, el peso se ha depreciado 9.89% ante el dólar y se cotiza en sus peores niveles de más de cinco años.
En su última minuta, Banxico informó que uno de los miembros de la Junta de Gobierno consieró que existen riesgos por los movimientos de capital y la elevada participación de extranjeros en el mercado interno de bonos.
“De corto plazo [el tipo de cambio] va a seguir muy volátil, todavía hay mucho ruido (…) y si la percepción es que la depreciación va a ser permanente sí habrá un traspaso al inflación”, dijo el director de análisis de Finamex Casa de Bolsa, Luis Raúl Rodríguez.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), México fue el quinto país con mayor recepción de capitales, y se calcula que de enero 2009 a junio de 2014 entraron 258,000 mdd en inversión de cartera, en medio de la impresión de dinero barato de la Fed con su alivio monetario.
“Hay una preocupación por la gran entrada de capitales y que haya cambios en las posiciones con el alza de tasas de la Fed y el Banco de México será proactivo”, dijo por su parte Gabriela Siller.
Pese a que los inversionistas han asimilado que sea este mismo año en que la Fed comience a elevar su tasa, la expectativa sobre la gradualidad y magnitud con la que lo haga la institución a cargo de Janete Yellen generará volatilidad en los mercados.
FUENTE: CNN Expansión