13 septiembre, 2016
CIUDAD DE MÉXICO (12/SEP/2016).- El nadador mexicano Gustavo Sánchez...
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — “No estamos viendo la muerte de la TV por cable. Para eso faltan 20 años”, asegura el CEO y fundador de Netflix, Reed Hastings.
El ejecutivo platicó con la revista Quién sobre su experiencia al frente de una de las empresas tecnológicas que está cambiando las reglas de los negocios.
Pese a su actitud serena y a ser constante centro de los reflectores por cambiar la forma en que las personas consumen series y películas, parece entre sorprendido e incómodo durante la sesión de fotos que la publicación realizó con él.
Quizá es un tema de imagen y no sólo con respecto a su persona. Cuando se refiere al término binge-watching, (la práctica de ver todos los capítulos de una temporada de una sentada y que puede traducirse al español como ‘atasque de series’), dice que el concepto le parece inadecuado, una consecuencia no deseada del modelo de Netflix.
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Haastings recuerda también lo que le representó producir la primera serie original de la plataforma, House of Cards. “Tenía miedo, era un experimento muy costoso”.
Sin embargo, hoy logra el talento de gente como los productores de la saga Matrix, los hermanos Wachowski; la actriz, comediante y productora, Tina Fey, o el estudio cinematográfico The Weinstein Company.
¿Cómo lo hace? “Con mucho dinero. Pero a fin de cuentas lo importante para ellos es quién les da mayor libertad creativa. Eso es lo que les damos”, dice el ejecutivo.
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Es la misma libertad que le da ahora al director mexicano Gary Alazraki, que ya arrancó la filmación de Club de Cuervos, primera serie original de Netflix en español.
“Queremos que Alazraki se convierta en un director global. Su ojo es fresco y hace cosas diferentes, bonitas, divertidas”, expresó.
Netflix contaba al 20 de enero de 2015 con 4.2 millones de suscriptores en todo el mundo, superando su pronóstico de 4 millones.
La firma planea lanzar servicios de streaming en Australia y Nueva Zelanda en marzo y también ha anunciado su incursión al mercado cubano. Con esto la empresa de Hastings se suma a la lista de las primeras compañías en aprovechar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.