27 mayo, 2015
México registró el mejor desempeño en ventas a nivel...
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Empresas estadounidenses como McDonald’s, Papa John´s Pizza, Domino’s Pizza, Pizza Hut y DryClean USA han logrado posicionarse en México gracias, en parte, a su interés en el mercado, pero por otro lado por el apetito de los inversionistas por emprender a través de un modelo probado.
Hace 25 años, las firmas estadounidenses dominaban el mercado de franquicias en México, con un 80% de presencia respecto al 20% de las empresas nacionales. Hoy la realidad es distinta: de 1,400 marcas, 80% son nacionales, según cifras de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF).
“El cambio en el mercado se debe a que el país se ha culturizado en el sector franquicia, hay leyes que impulsan su creación y desarrollo, financiamiento específico y consultoría”, explicó el director de franquicias internacionales de Feher & Feher, Roberto Litwak.
Existen dos vías para que una franquicia extranjera se instale en México.
La primera es a través de un desarrollador de área, con el que la marca extranjera crea una réplica en México, prueba suerte, estudia el mercado y abre sucursales. Este es el ejemplo de Papa Jonh’s Pizza, que llegó en 1998 y en el 2000 comenzó a otorgar franquicias a inversionistas que podían abrir más de una unidad, explicó el director de negocios en México de la empresa, Alejandro Gómez.
Abrir una franquicia de Papa John’s Pizza tiene un costo de 250,000 dólares, que incluyen la adecuación del local y la cuota de franquicias. Las unidades requieren entre 100 y 120 metros cuadrados y entre 16 y 18 empleados.
La segunda vía es cuando el inversionista mexicano toca la puerta de la marca extranjera y comienza la negociación directa.
Éste es el ejemplo de The Counter Burger, una marca de hamburguesas gourmet de Los Ángeles, California, que se prepara para abrir dos sucursales este año en Polanco y la Roma-Condesa.
Desde diciembre 2013, Alberto Díez, presidente de la marca en México, se reunió con los dueños de The Counter Burger con el objetivo de mostrarles su interés, después de haber hecho un análisis entre 10 marcas extranjeras.
“Los principales trámites que realicé para traer la marca a México fue su registro de marca ante el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual y darla de alta ante Hacienda como cualquier negocio”, detalló.
En promedio, un modelo estadounidense tarda en entrar a México entre 12 o 18 meses por los trámites y tropicalización del concepto y los manuales que se necesitan, dijo Litwak.
El precio de una franquicia maestra se determina con base en el territorio que ésta cubrirá y el número de unidades que subfranquiciará. La inversión que Díez hizo para traer el concepto estadounidense fue de 200,000 dólares que le permitirá otorgar 18 unidades en todo el territorio nacional.
Como en toda relación franquiciante-franquiciatario, la obligación de la marca estadounidense será capacitar al franquiciante maestro y a su equipo para que ellos a su vez entrenen a los franquiciatarios mexicanos. Además de proveerle de insumos, tecnología y manuales.
“Y será la franquicia maestra la primera en resolver problemas o conflictos que se presenten en las unidades establecidas en México”, agregó el director de Aranday & Asociados, César Aranday.
La AMF aseguró que aún existen oportunidades en México para que más empresas extranjeras entren, sobre todo en el sector de alimentos y bebidas, productos y servicios para niños y para la población de la tercera edad.
FUENTE: CNN Expansión