Atlético de Madrid, a cuartos de Champions en penales

El Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen decidieron la clasificación para los cuartos de final de la Champions League en la tanda de penales, después de que el equipo español igualó el 1-0 de la ida en el Vicente Calderón.

Antoine Griezmann, Mario Suárez y Fernando Torres hicieron efectivos sus penales y dieron el 4-3 global sobre los alemanes.

El mediocampista Mario Suárez fue el autor del tanto (27′) con el que el equipo entrenado por Diego Simeone mandó a la tanda, después de la prórroga.

Un partido de fricción constante, sin tregua para ninguno de los dos equipos y sin ocasiones del conjunto madrileño hasta el 27′, una nueva acción a balón parado, esta vez con unos cuantos rechaces fuera del alcance de la zaga alemana y un oportuno disparo desde el borde del área de Mario, envenenado camino de su objetivo.

Porque tocó en el turco Omer Toprak y todo cambió para el portero Bernd Leno, a contrapié, sin más opción que mirar cómo el balón se introducía en su meta, y para el Atlético, ya con la eliminatoria equilibrada, el primer paso indispensable para alterar la inercia de un encuentro descontrolado, sin Moyá, lesionado.

Tampoco el gol, en la única oportunidad de todo el primer tiempo, varió esa sensación de enredo hacia el descanso, alimentada por las imprecisiones del Atlético, muchas de ellas provocadas por la agobiante presión ejercida por el bloque rival, amenazante hasta que pisó el área contraria, que se diluyó a la hora del remate.

Necesitaba el equipo rojiblanco más combinación y más precisión para sortear el acecho constante de su contrincante, y la velocidad a la que se jugaba el duelo, porque la posesión volaba de un lado a otro, mucho más del lado local al visitante. Apenas le duraban tres o cuatro pases, ni siquiera en zonas de influencia.

No entró apenas en juego Cani, la sorpresa del once de Simeone y reemplazado en el intermedio, ni, pese a la inclusión de Koke en el medio desde el inicio, dominó el balón el Atlético en el centro del campo, convertido en una batalla física, de anticipación, de faltas y contacto, que ahogó las temidas transiciones del Bayer, pero también las del equipo rojiblanco, salvo algunos pasajes del duelo.

El segundo tiempo rearmó al Atlético en esa dirección, con más claridad y sentido en el pase, menos apresurado porque su rival, con el paso de los minutos y del cansancio, también bajó las revoluciones de su presión, y ya con el partido aparentemente bajo el control rojiblanco, pero aún a falta de un gol para sellar el boleto.

Atrás, ya advertido desde el encuentro de ida, limitó los contragolpes de su oponente, sólo capaz de un disparo muy lejano de Karim Bellarabi, atrapado con facilidad por el esloveno Jan Oblak, en 90 minutos de combate casi literal en cada balón dividido y aéreo, que terminó igualado para media hora más de tensión.

Hizo méritos el Atlético por ambición y ocasiones, como un saque de falta de Koke, al que no llegó Raúl García por milímetros, y un tiro de Arda Turan, para acabar antes con el partido, como también lo hizo en una prórroga entre dos equipos desfondados, que se lo jugaron todo a los penales, en los que ganó el Atlético en el suspenso del último lanzamiento, cuando Kiessling lo lanzó fuera. Atlético ya está en cuartos rumbo a La Orejona.

FUENTE: La Afición Milenio

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