26 enero, 2015
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Las propuestas de Alexander Apóstol y Adán Vallecillo exploran la relación entre arte y política. Se exhiben desde el jueves en la Sala de Arte Público Siqueiros.
En la calle Tres Picos de Polanco resuena un poema de Pablo Neruda. Los versos vienen de un altavoz colocado en la fachada de la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), que ya no es color gris sino rojo intenso. “He visto tu pintura encarcelada / que es como encarcelar la llamarada (…)”, reza el poema que el chileno escribió a Siqueiros a principios de los 60, mientras el muralista estaba preso en Lecumberri. La primera frase está estampada ahora sobre el muro rojo de la galería.
La instalación es parte del proyecto Interpelaciones, del hondureño Adán Vallecilllo (Danlí, 1977). Y éste, a su vez, es uno de los dos artistas latinoamericanos -junto al venezolano Alexánder Apostol- que se ha puesto a producir a partir de la vida y obra de Siqueiros. Ambas propuestas exploran la relación entre el arte y la política, en particular las posturas de izquierda que definieron parte del movimiento modernista.
Apóstol (Barquisimeto. 1969) vive entre Madrid y Caracas, pero trabajó los pasados cuatro meses en México para realizar la exposición Geometría, acción y souvenirs del discurso insurgente. Su intento por deconstruir el discurso militante de Siqueiros lo llevó a hacer traducciones libres a otros lenguajes, como la danza, el dibujo y la música.
Para ello eligió cuatro de los ensayos en los que el pintor chihuahuense expresó sus ideas. Textos como el Manifiesto del sindicato de obreros, técnicos, pintores y escultores de 1924, o En la guerra, arte de guerra, de 1932, fueron el punto de partida para la realización de las obras, en las que colaboraron alrededor de 50 personas.
Primero se transformaron los textos en números con ayuda de un matemático. A continuación, el artista definió cuatro categorías de procesos ideológicos que guiaron su producción: la ciencia, la fe, la política y la economía, presentes en cada una de sus piezas.
En una sala, por ejemplo, se pueden ver cuatro videos de danza. Los bailarines que ahí aparecen contribuyeron a crear un vocabulario dancístico, explica Apóstol: “En política, los movimientos apuntan a la confrontación; en la ciencia, recuerdan a la energía. No son coreografías sino ejercicios libres que se hicieron en una especie de ensayo abierto”.
Algo similar sucedió con los músicos y los estudiantes de dibujo que colaboraron en el proyecto del venezolano. En el área de documentación, se pueden ver tanto los manuscritos y papeles de Siqueiros como los borradores que hicieron los distintos artistas involucrados en el proceso.
Según Apóstol, el trabajo con estos grupos creativos le llevó a entender mejor su propio proceso artístico, así como el interés de Siqueiros por la creación colaborativa. “Mi obra pretende buscar las claves sociales y políticas de una sociedad determinada”, afirma el artista, quien considera que dentro de Venezuela hay dos tipos de creadores: “quienes buscan respuestas a la situación política del país a través del arte, y los que hacen arte evasivo, es decir, todo lo contrario”.
Además de la instalación sonora en la fachada de la SAPS, Adán Vallecillo encabezará un ciclo de charlas con otros artistas y curadores en torno a la militancia en el arte.
“Crecí en la frontera de Honduras y Nicaragua, muy cerca de las guerras civiles. La influencia de los muralistas mexicanos en Centroamérica fue muy fuerte: en la Revolución sandinista, la práctica mural fue un elemento importante de la lucha política”, cuenta el artista, que además de formarse en Bellas Artes cursó la carrera de sociología.
El tercer componente de Interpeleaciones es un performance o acción, en la que un doble de Siqueiros va a interpelar a los asistentes durante la noche de la inauguración, el próximo 22 de enero.
FUENTE: MILENIO