12 abril, 2017
La comercialización de los establecimientos afiliados al organismo avanzó...
El proceso disciplinario se inició después de que hinchas rusos atacaran a seguidores de sus rivales ingleses en Marsella tras el empate 1-1 entre ambos equipos el pasado sábado.
Rusia será expulsada del certamen si sus fanáticos atacan a aficiones rivales o personal de seguridad en los partidos pendientes que tiene en el Grupo B o si el equipo avance a las siguientes fases.
La entidad señaló que la “descalificación de Rusia está en suspenso hasta el final del torneo. Esa suspensión se levantara si se producen incidentes similares (disturbios entre el público) dentro del estadio en cualquiera de los partidos restantes del equipo ruso durante el torneo”.
Rusia enfrenta a Eslovaquia en Lille el miércoles y cierra la primera ronda contra Gales en Tolosa el lunes próximo.
La violencia de los hooligans rusos se produce a falta de dos años que el país será anfitrión de la Copa del Mundo 2018 en 11 ciudades.
Un portavoz del presidente ruso Vladimir Putin deploró el martes los “desmanes en Marsella”, pero subrayó que aficionados de otros países también estuvieron involucrados en las refriegas en Francia.
“Es totalmente inaceptable, y le pedimos a nuestros ciudadanos que respeten las leyes del país”, dijo el portavoz Dmitry Peskov en una teleconferencia.
El técnico de Rusia Leonid Slutsky confió el martes que su selección no será expulsada del torneo.
“Esa injusticia no va a ocurrir. Estamos seguros que (nuestros aficionados) no reincidirán y no darán justificación para que nuestro equipo sea descalificado”.
La UEFA también impuso una multa de 150 mil euros (169 mil dólares) a la federación rusa, a la que también responsabilizó por muestras de racismo de sus aficionados y el empleo de bengalas durante el partido. La entidad solo puede sancionar a las federaciones por la conducta de hinchas que adquirieron entradas dentro y alrededor de los estadios.
Aunque los ingleses fueron responsables de las primeras trifulcas, la violencia se agudizó cuando los rusos llegaron a la ciudad.
Al final del partido el sábado, hinchas rusos situados en una tribuna del estadio en la que las aficiones no fueron bien separadas agredieron a un grupo de ingleses. Los rusos arrojaron proyectiles y desbordaron a la seguridad. Los ingleses (incluyendo niños) salieron atemorizados, y varios de ellos se colgaron de vigas para poder escapar.
Un fiscal de Marsella atribuyó la culpa a “rufianes” rusos “bien entrenados” por los hechos más violentos en las calles adoquinadas del Puerto Viejo de la ciudad y el Stade Velodrome.
Se trata de la segunda Eurocopa seguida en la que hinchas rusos protagonizan incidentes violentos. En la Euro 2012, el personal de seguridad en Wroclaw, Polonia, fue agredido por rusos en el partido que Rusia le ganó 4-1 a la República Checa.